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Anatomía de un Ataque Nº 3 Fase 2: Armamento – Forjando las armas digitales

“El conocimiento sin acción no es suficiente. El atacante necesita convertir lo aprendido en herramientas.”

Una vez que el adversario ha reunido información detallada sobre su objetivo (fase de Reconocimiento), llega el momento de preparar el ataque.

Esta etapa se conoce como Armamento: la fase donde se construyen, adaptan o seleccionan las herramientas maliciosas que se usarán más adelante para penetrar y comprometer los sistemas.

¿Qué significa “armamento” en el contexto cibernético?

En términos militares, el armamento es la creación de armas listas para el combate.

En ciberseguridad, hablamos de exploits, malware, troyanos o documentos maliciosos preparados para atacar vulnerabilidades específicas detectadas en la fase anterior.

El atacante busca combinar dos piezas clave:

  • Exploit: el método para aprovechar una vulnerabilidad (ej. un desbordamiento de memoria en un servicio desactualizado).
  • Payload: el código que se ejecutará una vez explotada la vulnerabilidad (ej. instalar un troyano, abrir una puerta trasera).

El resultado final es una “arma digital” lista para ser entregada.

Tipos de preparación más comunes

🔹 Malware a medida: el atacante desarrolla un software malicioso único, difícil de detectar por antivirus tradicionales.

🔹 Documentos maliciosos: archivos PDF, Word o Excel con macros o exploits embebidos.

🔹 Suplantación y phishing: creación de correos y sitios web falsos que imitan a la organización o a sus socios.

🔹 Toolkits disponibles en foros: muchos atacantes no crean desde cero; compran kits de malware en la dark web.

🔹 Adaptación de exploits conocidos: aprovechar vulnerabilidades públicas (CVEs) y personalizarlas para el objetivo.

Herramientas de armamento

  • Metasploit Framework: permite empaquetar exploits y payloads de manera modular.
  • Empire y Cobalt Strike: plataformas usadas para construir cargas útiles y simular ataques post-explotación.
  • MSFvenom: genera payloads personalizados (shell reversa, troyanos encubiertos).
  • Kits de phishing: plantillas listas que replican páginas de login corporativas.

Muchos de estos frameworks son legítimos en entornos de pruebas de penetración, pero en manos maliciosas se convierten en armas poderosas.

Ejemplo: el PDF “inocente”

Imaginemos que, en la fase de Reconocimiento, un atacante descubrió que una empresa utiliza una versión vulnerable de Adobe Reader en varias estaciones de trabajo.

En la fase de Armamento:

  1. El adversario prepara un PDF malicioso con un exploit que aprovecha esa vulnerabilidad.
  2. Incrusta en el documento un payload: un troyano de acceso remoto (RAT).
  3. Disfraza el archivo con un título atractivo, por ejemplo, “Plan_Estrategico2025.pdf”.

El resultado: un documento aparentemente inofensivo que, al abrirse, instalará en segundo plano una puerta trasera persistente.

Dificultad de detección

En esta fase, el atacante aún no interactúa con el objetivo. El “armamento” ocurre en sus propios entornos, lo que lo hace indetectable para la organización.

Por eso, las defensas deben enfocarse en:

  • Reducir las vulnerabilidades que podrían ser explotadas (parches y actualizaciones).
  • Simular ataques (red teaming) para anticipar qué armas podría usar un adversario real.
  • Compartir inteligencia de amenazas: identificar nuevas familias de malware y exploits que circulan en la dark web.

Estrategias defensivas frente al armamento

Aunque no es posible impedir que un atacante prepare sus armas, sí se puede limitar su eficacia:

  • Gestión de parches y vulnerabilidades: cerrar las puertas antes de que el atacante llegue con su exploit.
  • Hardening de sistemas y aplicaciones: eliminar configuraciones por defecto y reducir privilegios innecesarios.
  • Concientización sobre phishing: si el arma es un correo malicioso, el usuario debe ser la primera línea de defensa.
  • Uso de sandboxing: analizar adjuntos y ejecutables en entornos aislados antes de abrirlos en sistemas productivos.

Reflexión final

La fase de Armamento es donde el atacante pasa de ser un observador a un agente activo que diseña la ofensiva.

Aunque ocurre fuera de nuestro alcance, entender cómo se construyen estas armas nos permite preparar la defensa:

  • Cuantas menos vulnerabilidades existan, menos efectivas serán las herramientas del adversario.
  • Cuanto más entrenado esté el personal, más difícil será que caigan en trampas como documentos maliciosos o sitios falsos.

Próxima entrega – N° 4

Fase 3: Entrega – El ataque llama a la puerta: Exploraremos cómo los atacantes logran que sus armas lleguen al objetivo: desde correos de phishing hasta descargas invisibles en sitios web comprometidos.

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